Lo pasaron genial: cogimos aceitunas, dimos de comer a los animales, dimos un paseo en burro, fuimos al lago de los cisnes, ... hasta estubimos buscando a blancanieves y los enanitos.
Y a la vuelta no les quedaba energía ni para cantar... casi todos se quedaron dormidos.
Ah! no nos podemos olvidar de la sorpresa que nos dió el cerdito. Que como ellos mismos decían eso no era un cerdo, sino un MAAARRRAAANOOO, aquí os lo presento:
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